A continuación podrás encontrar los diferentes poderes y habilidades que Kikyo mostró en el transcurso de la serie.
Arco: Al venir de una época de guerra, Kikyo fue entrenada en el arte del arqueria. Podía disparar con gran habilidad y sin dificultad a sus enemigos, fuese desde distancias cortas o largas. La puntería que había desarrollado le permitía decidir el tipo de ataque que desarrollaría, tal es el ejemplo de cuando conoció a Inuyasha. Ya que no tenía intención de dañarlo, disparaba sus flechas solo con el objetivo de dejarlo inmovilizado para así no realizarle daño alguno, no obstante, cuando lo selló en el árbol sagrado, sus intenciones fueron otras, por lo que pudo realizar un solo disparo certero en el corazón de Inuyasha, a pesar de que este se movía a gran velocidad. Por otra parte, a lo largo de la serie y durante las situaciones en las que tuvo que combatir, se podía apreciar lo asertivos que eran sus disparos, aún en situaciones críticas o tensas.
Curación: Kikyo era una sacerdotisa muy instruida en los métodos de curación, tanto convencionales como espirituales. Su habilidad de sanación era muy efectiva, incluso en aquellas personas que se encontraban en estados críticos. Tal fue el caso de Miroku, que infectado por el veneno de Naraku sufrió heridas en el interior de su cuerpo que lo dejaron al borde de la muerte, sin embargo Kikyo pudo sanar esas heridas, traspasando el veneno a su cuerpo y purificandolo en su interior.
Poder espiritual: Kikyo desde siempre fue una sacerdotisa muy respetada por sus habilidades y poderes. Kaede notaba que el poder que Kikyo poseía era incluso mayor al que podía tener cualquier sacerdotisa. Fue por esto, que desde Kikyo retornó a la vida, se convirtió para Naraku en su mayor obstaculo, lo que lo llevo a concentrar todos sus planes en el destruir a Kikyo.
Koga:
"Quiere decir que Naraku será capaz de hacer cualquier cosa, sabiendo que ha eliminado para siempre el mayor de todos sus temores ¿No es verdad?" (Capítulo 125, luego del primer intento infructuoso de Naraku por deshacerse de Kikyo)
Kikyo era capaz de realizar escudos espirituales inusualmente fuertes y poderosos, además de realizar varios hechizos o encantamientos que podían ser usados tanto para fines defensivos como ofensivos. Del mismo modo, tiene la capacidad de romper sellos, escudos y barreras junto con detectar los fragmentos de la Perla de Shikon en cualquier lugar que se encontrasen además de poder fusionarlos a pesar de estar fragmentados.
Poder de purificación: Kikyo podía demostrar estas habilidades de diversas formas. En el momento en el que revivió, fue capaz de usar sus poderes de purificación para poder matar a Urasue, a la vez que logró inhabilitar a Tessaiga, la espada de Inuyasha.
En otra ocasión, en la que Kagome y Kikyo quedarón atrapadas en una cueva (capítulo 98 del anime) Kikyo utilizó sus poderes de purificación para crear una esfera de luz que fue capaz de acabar con los insectos que intentaban atacar a Kagome.
Incluso después de morir, el poder de Kikyo siguió presente, lo que se vio reflejado en el fragmento de Shikon que Kohaku poseía y que era el último necesario para completar la perla. La luz de aquel fragmento, que estaba plasmado por los poderes espirituales de Kikyo, pudieron amenazar a Naraku, y aunque el objetivo original es que este fragmento se mantuviese purificado, la decisión final de Kikyo fue que aquella luz pudiese dejar con vida a Kohaku, priorizando la vida del pequeño por sobre el hecho de que el último fragmento cayese en las manos de Naraku.
Inmovilización: Kikyo es capaz de inhabilitar a las personas, logrando que la presencia de éstas pasen inadvertidas para todos, a excepción de ella. Esta habilidad se pudo apreciar en el capítulo 23 del ánime, en el que Kikyo logra que la presencia de Kagome no sea advertida por Inuyasha, a pesar de estar a una distancia muy corta de ella.
Mayose: Mayose es un hechizo místico que necesita de un alto nivel espiritual para poder ser ejecutado. La ejecución de éste consiste en realizar en base a una rama (en el caso especifico de Kikyo, se utilizó una rama del árbol Lokatama, ubicado en una aldea del este) la creación de un árbol de gran tamaño, que alcanza una altura tan alta como para llegar al cielo. Este árbol, luego de alcanzar el tamaño deseado, se encarga de llamar la atención de monstruos con el fin de ser purificados una vez lleguen a la cima. En el caso de Kikyo, utilizó el árbol para poder purificar a las ratas monstruos, seres invocados por Naraku y que fueron creados en cantidades enormes, por lo que para su destrucción se necesitaba una herramienta diferente a las convencionales.
Miroku, en relación a la repentina reunión de las ratas monstruos:
"Es probable que sean atraídas por un conjuro especial. Atrae seres malignos y después los extermina, para poder lograrlo se necesita de un gran poder espiritual"
Creación de Shikigamis: Kikyo es capaz de crear seres con apariencia humana, Shikigamis, con el fin de que realicen diversas tareas solicitadas por ella. En primera instancia creo dos Shikigamis con apariencia de pequeñas niñas, el nombre de estas eran Kocho y Asuka, mientras que el tercer Shikigami creado por Kikyo, fue llamado Saint Hijiri y que al igual que ella, contenía un gran poder espiritual. Los utilizó con mayor frecuencia durante el periodo en el que se ocultó para poder recuperarse del primer ataque letal de Naraku en el monte Hakurei, por lo que originalmente Kocho y Asuka fueron creados para permanecer al lado de Hijiri y ayudarlo en las labores realizadas, pero una vez que este Shikigami fue destruído por Kagura, tanto Kocho como Asuka regresaron al lado de Kikyo para seguir asistiendola en las labores que ella pudiese encomendarles.
